sábado, 10 de diciembre de 2011

Recuerdas? 2ª Pt.

Salí de la ducha aun secándome, tan solo con los pantalones, que me había puesto a toda prisa a causa de que alguien llamaba insistentemente a la puerta.
De camino pasé por delante de la cocina y me fije en el reloj que allí había colgado, aun era demasiado pronto para ser quien yo estaba esperando. Pero tampoco me sorprendí al verte por la mirilla de la puerta.
Allí estabas, plantada delante la puerta aplastando el timbre como si quisieras dar la voz de alarma por una guerra nuclear, con una sonrisa de oreja a oreja, era la segunda vez que te pasabas por casa y la segunda vez que llamabas de esa manera, tenías puesta una camisa blanca y unos pantalones negros, solo te faltaba el maletín para parecer una abogada o una mujer de negocios.
Mientras te miraba me di cuenta de que tu sonrisa iba en aumento, algo me dijo que sabías que yo te estaba mirando, pero esperé un poco mas para ver que se te ocurría.
Entonces como si me estuvieras leyendo la mente, miraste de un lado a otro mientras te mordías un labio, te soltaste el pelo, lo sacudiste para que recuperara su habitual volumen y desabrochaste uno de los botones de la camisa dejando a la vista un escote muy generoso. Se me caía la baba al verte así vestida, tu pelo se deslizaba por tus hombros como si nunca hubiera estado atado, incluso un par de mechones largos tenían la desfachatez de acariciar tu escote ante mis ojos, tu los retiraste y miraste a la mirilla, sabias que estaba allí plantado, sufriendo como me merecía por hacerte esperar.
Abrí la puerta y me quedé mirándote:
-Llegas temprano- Dije, -A que se debe?
-Mi...ma...dre como estas...- respondiste sin quitarme los ojos de encima.
-Tía tienes que perdonar pero estaba en la ducha, tu forma de llamar al timbre... bueno, no me dio tiempo a ponerme mas.
-Ni falta que hace- dijiste mientras te acercabas a mi, entonces tus labios encontraron a los míos y empezaste a jugar con mi lengua, una de tus manos se enredó en mi pelo aún mojado mientras la otra acariciaba mi espalda. Desde el cuello bajaste y bajaste hasta donde la espalda pierde su nombre, reías mientras me mordisqueabas el labio inferior, tu mano se metió en mis pantalones y, al no encontrar ropa interior bajaste con la que aún jugaba con mi pelo por mi pecho hasta llegar al ombligo, sabiendo lo que querías hacer me aparté de ti:
-Sera mejor dejar el postre para después de la cena, no crees?
Respiraste hondo e intentaste ordenar un poco tu melena, con la que yo había estado jugando mientras casi me arrancabas los labios a mordiscos:
-Si, quizás tengas razón- Y mostraste una vez mas tu sonrisa.
Me explicaste que querías ayudarme a hacer la cena, que no querías que cada vez que nos viéramos fuera yo el que cocinara, querías demostrar que tu, también sabias cocinar.
Y justo cuando me apartaba para dejarte pasar, me entró la curiosidad por saber en que habías venido, saqué la cabeza por la puerta y entonces lo vi: un Mini Cuper del 93, todo en blanco, con llantas negras.
-¡La madre que me parió!- dije saliendo al jardín donde estaba tu coche.
-Ya sabía yo que te iba a gustar- soltaste mientras me seguías explicándome lo que le habías hecho al coche.
-Tiene el motor original pero tuve que restaurarlo, al igual que casi toda la tapicería, lo único que no toqué fueron la chapa y las llantas, que si pinté por motivos estéticos.
El coche estaba impecable, en el techo tenía pintada la bandera británica en blanco, negro y gris, los faros antiniebla eran a mayores y eran cromados. La tapicería era de color crema, y se notaba que era nueva.
-Un trabajo soberbio.- Dije mientras daba mil y una vueltas al coche.
-Gracias, me costo muchísimo encontrar un volante original, tenía instalado uno de competición, de hecho, todo el coche estaba preparado para circuito, lo compré por una miseria y poco a poco fui restaurándolo- me contabas con ilusión mientras a mi se me caía la baba al mirarlo- empecé por desmontar el motor pieza a pieza y cambiar todos los componentes que estaban rotos o dañados, casi tiene un motor nuevo, después me puse con la tapicería, que era inexistente, pero encontré unos asientos en un desguace y pude tapizarlos, eligiendo yo el color como puedes imaginarte, ya que no sabía de que color eran en realidad.
Estuviste contándome todo durante un buen rato, el tiempo voló mientras repasabas todos los pasos de como aquel mini abandonado se convirtió en una preciosidad digna de ser expuesta en un museo.
Un escalofrío me bajó de las nubes, yo tenía muy poca ropa y el tiempo empezaba a refrescar, en la tele habían dicho que una tormenta se acercaba, quizás hoy si acertarían con las previsiones.
Entramos en casa, y mientras yo me vestía tu te quedaste en el salón rebuscando entre mi colección de cd´s a ver si tenía algo que te gustaba. Estaba acabando de vestirme cuando sonó una canción a todo volumen, una guitarra sonaba y entonces el gran Billy Idol empezó a cantar Dancing with my self, a mi se me escapó una sonrisa al imaginarte bailando como loca en mi salón con esta música, me apresuré a ver si era cierto lo que me estaba imaginando, pero ni estabas bailando, ni estabas en mi salón.
Oí ruido en la cocina, así que me acerqué con cuidado, y te vi con mi delantal, echando un vistazo a lo que te tenía preparado, te giraste y con cara de felicidad dijiste:
-Lo flipo contigo, eres todo un chef!
-Anda no fastidies que tampoco es tan complicado, por lo menos te gusta?
-Pues si, me encanta, como tenías pensado servirlo?
-Pues ya que no es una sorpresa, como lo quiere la señorita?
-Y si me sorprendes? se lo que es, pero no como lo piensas cocinar, sorpréndeme anda, y no te cortes.
Antes de ponerme a cocinar preparé un par de copas, había ido a comprar jack daniel´s para ti esa misma mañana, recordaba que la noche que nos conocimos era lo que estabas bebiendo, mientras, te dejé relajándote en el salón yo me escapé a la cocina para preparar la cena.
Para cuando acabé de cocinar tu ya habías puesto la mesa, solo tuve que servirla y nos sentamos a disfrutar.
Al principio nadie dijo nada, yo estaba esperando a que me dijeras que tal estaba, pero me di cuenta de que te gustaba solo con verte comer, tenías cara de estar disfrutando de la cena.
-Está riquísima-Dijiste rompiendo el silencio. -No puedo creer que seas tan buen cocinero.
-Bueno bueno, que no es para tanto, pero lo cierto es que le dedico tiempo a practicar.
La conversación fue animándose y antes de que alguno de los dos hubiera acabado su plato estábamos riendo a carcajadas, contando anécdotas y bromeando.
El postre era lo mejor, había comprado un haagen dazz de frutas del bosque en tarro para poder compartir. Nos fuimos al salón, pusimos algo de música y nos sentamos en el sofá a comernos el helado, habíamos cenado ligero, y teníamos pensado acabarnos todo el helado.
A medida que el helado iba a menos la conversación se animaba, la distancia entre tu y yo era menor hasta que dejaste el helado en la mesa, te tomaste el ultimo trago de tu copa y me soltaste un: -Que le den al helado, quiero mi postre y lo quiero ya.- Al principio me quedé un pensando, pero entonces te acercaste a mi, y besándome, me tumbaste en el sofá, tu pelo caía sobre mi frente y una de tus manos acariciaba mi pecho.
La tormenta arreciaba, pero nosotros nunca lo supimos. En nuestra versión de una segunda cita estuvimos a mil y un kilómetros de cualquier lugar.

jueves, 10 de noviembre de 2011

Té, fideos y una visita al pasado

Pues en eso se resumió la noche de ayer. Una noche algo extraña, una noche donde mi pasado se convirtió en presente por unas horas para hablar de lo que nos había deparado la vida desde la ultima vez que supimos el uno del otro.
Lo cierto es que iba asustado, temiendo por mi vida en algunos momentos, pero por ahora creo que no se ha comido a nadie y claro, yo no voy a ser el primero, así que después de un extraño momento (reencuentro, puede ser?) donde nos saludamos, pusimos rumbo a mistelánea, una tienda a la que le tenía ganas desde hacía tiempo.
Olisqueamos algún que otro té antes de tomar la dura decisión de llevarnos un par de sabores, toda una lastima, pero no era factible llevarnos la tienda entera. No teníamos donde meterla, que si no.....
Después de eso buscamos un restaurante al que me había invitado, aunque, ahora que lo pienso, curiosa forma de invitarme, y hacerme pagar mi mitad a mi. La ultima vez que yo invité a alguien, yo lo pagué todo. Pero bueno, eso puede ser debido a las diferencias culturales y tal.
Volviendo al tema del restaurante, un restaurante que lleva relativamente poco abierto, que se me dio a conocer gracias a una amiga que me pasó un enlace de la pagina, y gracias a ella pude conocer la existencia de kyotosantiago, un restaurante japonés, que me sorprendió incluso a mi, que estuve en japón, al no esperarme un menú tan bueno y tan autentico como el de este local.
Si soy sincero, me esperaba algún que otro plato de fideos, algún rollito de primavera y un poco de atún crudo, pero el menú era impresionante, con la única pega de la falta de ramen, toda una decepción al ser yo un fanático de este plato.
De todas todas nos atrevimos con platos  de los cuales no recuerdo ni el nombre, lo único decir que lo mío era un wok con ternera y verduras y lo suyo era pollo con curry, que digo yo, eso no es comida india?
El postre consistió en un brownie de chocolate con helado de vainilla y el mio era brownie de té verde con un helado muy sospechoso con sabor a arena o algún fruto seco de esos que viene quemado dentro de la cascara, pero no importó demasiado, estaba todo buenísimo.
Por ultimo pero no por eso lo menos importante, la compañía, la conversación, y las risas que plagaron una noche genial, algo que yo no estaba seguro de tener, pero que al final, una vez mas, la ficción supera a la realidad. Y decir tengo que en este caso me impresionó lo bien que me lo pasé, lo cómodo que me encontré en su compañía y lo bueno que está el té que me estoy bebiendo mientras escribo este resumen de una noche rara, pero muy buena.


viernes, 4 de noviembre de 2011

Cosas que se pierden

Me siento raro, hace un mes, estaba bastante feliz, a día de hoy no se muy bien como describir mi estado de ánimo.  Diría que no estoy de bajón pero tampoco me sale la sonrisa.
Hace poco una persona muy cercana a mi, desapareció, no literalmente por supuesto, pero ahora ya no está de la misma manera, y tampoco es como si se hubiera escapado, así que tuve que quedarme dormido en algún punto. Lo peor de todo es que yo mismo lo veía, mucho antes de que esa persona lo notara, yo ya sabía que no estábamos en el mismo barco, como se suele decir, pero tampoco supe avisar a tiempo.

Eso lo primero, y lo segundo, mi baúl de los recuerdo, que hace unos meses se abrió para dejar salir una parte de mi pasado que me gusta y me disgusta a partes iguales, pero por alguna extraña casualidad, lo que salió no me disgustó, aunque le tenía miedo al principio, poco a poco me dí cuenta de que no era para tanto, y poco a poco fui familiarizándome con esa parte de mi pasado, para casi ser parte del presente. Lo único que faltaba era que mi pasado me invitara a cenar en un restaurante nuevo en santiago, y entonces, el pasado sería presente.

Pero, la realidad nunca es tan fácil, por mucho que supere a la ficción, nunca es para bien, si no para mal, y eso tienes que comértelo crudo te guste o no. Lo que quiero decir es que tal y como llegó, se fue. Mi pasado desapareció en menos de 15 horas, sin dar explicación o decir adiós, lo ultimo solo fue una sonrisa y una invitación a cenar que dudo que se cumpla.

Era mejor cuando era mas simple, como a los 10 años.....

miércoles, 12 de octubre de 2011

Premios

El otro día recibí un Email de Cabreiroá, diciéndome que había ganado un día en la playa con el Cav team.
El Email prometía: clases de surf, un taller de pintura, yoga, fitness, expression session y droppies de regalo. Con la duda de si podría saltarme las clases de surf y la inquietante necesidad de saber lo que eran los droppies esos que regalaban llamé a María AKA Cruel-la de vil para que me acompañara.
-Claro que si, me hace mucha ilusión!!-Me respondió- Oye, que son droppies??
Sin poder contestarle a eso, concretamos la hora y el lugar, para justo dos días antes cambiarlo, porque Cruela no sabe hacer planes, ella improvisa.
El sábado en cuestión me levanté temprano, como es obvio salí a buscar a mi acompañante y salimos dirección coruña, sin gps ni mapa ni nada, como los auténticos aventureros, ademas, Cruela vive allí, imposible perderse, o no?
Llegamos a la playa con media hora de antelación, cuando nosotros nos sentamos a tomar el sol, los de vazva aún estaban metiendo los camiones y sacando las tablas para las clases de surf, había una tía colocando unas mantas para hacer yoga y también tenían unas ruletas para jugar al twister, la cosa prometía. Lo que no prometía era el mar, que tenia pinta de espejo gigante, pero no nos importó demasiado, teníamos yoga, twister y tambíen droppies.
Después de que todo el barullo se calmara fuimos a preguntar a los de cabreiroá como estaba programado el día.
-No lo sabemos, nosotras tenemos unas bebidas energéticas naturales que tenéis que probar y decirnos lo que os parecen.
-Que? entonces lo del yoga?
-Ah pues eso no lo sabemos, tenéis que preguntar a alguien de los de ahí arriba.-Dijo señalando al camión de vazva.
Y allí nos fuimos, a preguntarle a los de vazva.
-Pues dentro de poco lo anunciaremos por megafonía, estaos atentos.
Nos volvimos a las toallas a esperar a que nos comunicaran algo por los altavoces, pero eso nunca ocurrió, y cuando nos entró el hambre Cruela se le ocurrió ir a un Kebab que conocía ella.
-Pues a mi me encantan los Kebabs, yo quiero.
-Vamos?-Preguntó
-Por mi si, yo tengo hambre.
-Preguntamos antes por los regalos o lo hacemos después?
-Vamos ahora a ver que nos tienen preparado-Contesté-Igual no hace falta ni volver.
Nos fuimos al estand de Cabreiroá por segunda vez a ver que tenían para los que habíamos ganado el concurso.
-Ah, si, los del concurso.-Dijo sacando unas bolsas que contenían: una camiseta de vazva, una pulsera de cabreiroá, y unos tickets para comer en un restaurante italiano que quedaba al lado de la playa.-A que hora queréis? a la una, o a las dos?
Nos miramos el uno al otro pensando en el kebab y coincidimos en que mejor era a las dos. Aprovechamos que estábamos allí para hacer de jueces probando las bebidas energéticas, las cuales no estaban mal, teniendo en cuenta que eran prototipos, y que eran dos sabores totalmente opuestos.
Minutos después llegábamos a un centro comercial donde antes de ir a comer nos pasamos por una perfumería, como no, a cruela, como buena mujer que es, le encantan los perfumes, y lo demostró rociándome con su perfume preferido y así, poder olerme siempre que quisiera en lo que quedaba de día.
Cuando nos acabamos la comida, con doble de queso de cabra, volvimos a la playa, a comer en el italiano, que era gratis y no estaba nada mal tampoco: una ensalada de primero, pizza de segundo, y de postre, mousse de chocolate.
Al volver a la playa nos encontramos con el mismo panorama que al principio: niños abusando de la ruleta del twister y enterrando las alfombrillas del yoga.
Prometía menos que por la mañana, pero decidimos quedarnos y darle una ultima oportunidad, y de paso descansar las comidas, tostarnos al sol y ver cual de los dos reunía mas puntos en el juego del ahorcado.
Antes de que mi piel se incendiara a causa del sol decidimos irnos a tomar un té a un sitio que Cruela conocía.
-Ya verás que bonito, hay un castillo en una isla- dijo mientras se montaba al volante de mi fabada- Y tienen el mejor te de frambuesa del mundo.
-Tu dime, yo hoy me dejo llevar.
Y así fue, ella me llevó a pasear junto al castillo que estaba en una isla, me contó algo de una cadena que cruzaba la ría y antes de darme cuenta estaba sentado tomándome un te de lima con jazmín y ella pidió un te con frutas de la pasión, sorprendentemente Cruela también tiene sentimientos. Antes de salir de vuelta pedimos uno de frambuesa y una bolsa de chocolates blancos que sabían muy poco a chocolate.
Nos pusimos en marcha por un camino mas corto para que mi pobre píe, el cual esta hinchado como una patata mientras escribo estas lineas, no sufriera demasiado, para darnos cuenta casi quince minutos después que íbamos en sentido contrario.
Gracias a una simpática señora que nos indicó y explicó reiteradamente que nos habíamos equivocado, fuimos capaces de encontrar el camino de vuelta. Fue curioso como Cruela no mencionó que ella misma, vivía en la coruña, me hubiera gustado saber que diría la señora al saberlo.
Una media hora después me encontraba sentado en el asiento del copiloto de mi propio coche rezando por mi vida mientras cruzábamos coruña en dirección a Lira a toda velocidad, pero como podéis suponer, sigo vivo.
En resumen, un día en la playa, en el que dio tiempo a comer dos veces, tomarnos unos tés y unas bebidas energéticas mas que sospechosas. Nos dio tiempo a hablar del tiempo y de los ipods y a descubrir a, desde ahora mi chófer personal.
Lo que nunca sabré es que son los droppies de marras, me hubiera gustado probarlos.
                                                                      Modelo para anuncio de bebidas energéticas
                                                                        Frío por favor
                                                                        Cruela no es mas alta que yo, que no engañe la foto
                                                                        Futura piloto de carreras, por ahora mi chofer

martes, 20 de septiembre de 2011

Huevo

No soy de comer huevos, aunque si de tortillas. Pero este verano quise empezar a probarlos.
Ahora enserio, hace un tiempo me cargué mi tabla de surf y no me apetecía nada repararla, mas que nada por los 175 euros y dos viajes a Vigo, que es donde me la reparaban.
Así que me acerqué al taller de chusma un día y le pedí una tabla, quería algo que flotara, que fuera ancha y gorda, pero no demasiado larga, quería reducir mi tabla en aquel momento, una 7'10 por una 6´10 pero manteniendo la flotabilidad, y tampoco quería una tabla moderna a causa de que solo se usa un 70% de la superficie, seguramente que la punta de un thruster tiene su función, pero si la dejas redonda y le das volumen, puedes usarla, y eso es lo que quería yo, usar toda la superficie de la tabla.
Sinceramente, sabía que las tablas de chusma funcionaban, yo mismo lo tengo visto surfear con tablas de 5 pies en olas que a mi con la 7´10 me costaba, pero el resultado fue impresionante.
Desde la primera ola el resultado era evidente: fácil de remar, con buena entrada en la ola y una vez de píe se agarra a la pared de la ola como un perro rabioso a un cartero, corre como el correcaminos y, si quieres relajarte, también puedes, incluso a la punta si te gusta lo de andar por la tabla.



sábado, 17 de septiembre de 2011

Desilusiones

Igual es que yo estoy de regla o es que el mundo solo sabe dar por culo, pero eso de: ''si deseas algo con todas tus fuerzas el universo entero conspira para que eso suceda'' es una mentira, o en mi caso el universo se pone de acuerdo para joderlo, o para que no salga bien, o para que no se cumpla.
Al otro extremo de la mano del destino, hay un cabrón que se divierte haciendo felices a unos y amargando a otros. Igual es que yo me ilusiono con cualquier cosa, y del mismo modo, me deprimo por nada, es posible, pero también es posible que yo sea gilipollas y me deje dar por culo, que tengo que mirar mas mis intereses y no tanto los de los demás.
También es posible que me equivoque, pero sea lo que sea duele que solo te usen como taxi o mascota, como ultimo recurso o como perchero, y mas jode cuando la gente que lo hace la consideres amigos.
Parece que justo cuando les coges cariño y les consideras amigos, con lo que eso cuesta,  o por lo menos a mí, van y te dejan tirado, total, fijo que vuelves como un perrito a su dueño y si no te jodes y te quedas solo.
Puede ser que sea solo en caliente, pero hace mucho que tengo esto dentro, y quería sacarlo antes de que se me coma, puede ser que ayude, o puede ser que no, pero mejor fuera que dentro, eso fijo.
Ahí queda eso.

sábado, 10 de septiembre de 2011

El verano

Quiero resumir el verano en una entrada, después de estar tanto tiempo sin actualizar no quiero poner tres o cuatro de golpe. Cierto es que tengo material para varias entradas: Un relato, un festival de surf y alguna que otra fotillo de mi nueva tabla de surf, en seco, y en acción.
Dicho esto, el verano se resume en un mes de Julio fantástico que se vio ensombrecido por un mes de Agosto penoso, pero dejaré atrás agosto fingiendo nunca haberlo vivido.
Empezaré con el festival Roxy Long Day, en la playa de razo. Un festival dedicado a las chicas y al long board.
Por la mañana se celebró un campeonato de longboard skate con disciplinas de chicas y chicos donde las chicas dominaron y se impusieron con mucha notoriedad.
                                                         















Después de una churrascada y de un concierto empezaron con los campeonatos de surf, siendo estos dominados por los chicos, de los cuales no tengo fotos a causa de la falta de un teleobjetivo, quizás para la próxima.
El Roxy Long Day Festival fue un éxito rotundo, recomendado a todos aquellos que les guste el longboard o el surf en general, muy buen ambiente y mucha diversión. Dejo un vídeo por si alguien aún se lo está pensando.

miércoles, 15 de junio de 2011

Una surfera mas

Como indica el titulo, voy a presentar a una surfista, pero no es una mas del monton, ni una cualquiera, es alguien que un dia me pidio lo que todo el mundo me pide:
-Oye! un dia quiero ir a surfear.- Tipica frase que todo el mundo te dice en cuanto saben que surfeas, y yo respondí lo que le respondo a todos:-Si, claro.- y la gente se queda contenta y tranquila, pero nunca vienen y yo no me preocupo por llamarles, pero ella quiso insistir e insistir como nadie había insistido nunca, así que un dia la llamé y le dije que me iba a surfear y que si quería podría unirse a mi, ella vino, le gustó, y repitió.
Un par de semanas mas tarde yo rompí mi tabla y ella se quedó sin poder surfear durante un par de fines de semana, hasta que ella se compró una tabla.
Entonces un buen día nos fuimos a la playa y la estrenamos, bueno, ella hizo lo que pudo, yo disfruté como un enano y ahora ella es una surfera como las demás, se baja a la playa con esperanzas de que el mar la recompense con unas olas por su paciencia. Y disfruta como disfrutamos los demás al disfrutar lo que el océano nos ofrece.
Esta es la ficha de presentación de una surfera, y de una amiga que me pone de los nervios constantemente, alguien que ha acabado con mi paciencia en mas de una ocasión y que cada vez que nos vemos, me deprime, pero aún así, me encanta que sea mi nueva compañera de aventuras, nunca dice que no, y de la cual puedo aprender mas de lo que me hubiera gustado admitir, es mas valiente que cualquiera de los que presumen en el bar de haber surfeado olas mas grandes que edificios y mas decidida a aprender que muchos de los que paga millonadas por cursos de verano.
Una autentica surfer de pies a cabeza, espero y de verdad deseo que nunca lo dejes tía, ya sea por lo que te costó la tabla o por lo que te cuesta levantarte por las mañanas después de no haber dormido nada para hacerte cincuenta kilómetros para al final no pillar ni una misera ola.
Espero disfrutar de tu compañía dentro de unos años en el agua, saltándote olas, o tu a mi.


martes, 7 de junio de 2011

Regalo de cumpleaños

Mientras me desperezaba me di cuenta de que me había quedado dormido en el sofá, la tele estaba encendida, y estaban poniendo una serie nueva a la que me había enganchado, pero el sueño era mas poderoso de lo que yo había podido imaginar y me quedé dormido. No me importó mucho ya que la tenía grabada y podía verla cuando quisiera, la puse en pausa e intenté situarme. Era medio día, había dormido casi toda la mañana pero seguía teniendo sueño, me había levantado en contra de mi voluntad porque que no quería pasarme todo el día metido en cama, había desayunado algo y me senté a ver la tele, luego, me quedé dormido. 
El hambre me recordó que tenía que moverme de allí antes de que empezara a echar raíces, me levanté con muy pocas ganas, pensando en si tenía algo en casa, rebusqué en la nevera y en las estanterías de la cocina, para al final encontrar un paquete de galletas que estaban pasadas de fecha, ya había casi un año que habían caducado, pensé en probarlas, pero en cuanto abrí el paquete me di cuenta de que no hubiera podido sobrevivir a tal desastre.
No me quedaba otra que salir a comprar algo -dios.... es domingo- pensé, y me di cuenta de que no podría satisfacer mi deseo de mojar unas oreo en un chocolate caliente, intenté pensar en algún sitio donde las vendieran, algún sitio abierto los domingos, algo así como una gasolinera, pero sin que me timaran. Me calcé, me puse una sudadera y salí por la puerta para encontrarme un día soleado y caluroso, tan caluroso que no hacía falta sudadera ni nada de manga larga -Cuanto tiempo había estado dormido? tres meses?- parecía verano, y de hecho, me sobraba ropa.
El sol estaba alto, y caía con fuerza subiendo las temperaturas mas de lo que se supondría del mes en el que estábamos, el viento se había perdido de camino, no se movía ni una hoja y la ciudad parecía un horno. Una ciudad que se había quedado sin sus habitantes a causa de un puente, la gente había huido a la costa o incluso a sus respectivos pueblos. Lo que no sabían era que gracias a que ellos se iban, se quedaba la ciudad muy tranquila, cuatro días de paz en lo que normalmente era un hervidero. Con espacios para aparcar por doquier, me alegré al recordarlo, mi coche, que habitualmente estaba a diez minutos a pie, ahora se había quedado a unos tres o cuatro. De camino fui disfrutando del casco antiguo de la ciudad, que consistía en calles de adoquines y edificios bajos y de un aspecto muy mal cuidado, pero aún así, era bonito, o igual por eso eran bonitos, no sé muy bien por que pero siempre que paseaba por el casco antiguo acababa perdiéndome, me encantaba, algo tenía lo clásico que me atraía muchísimo.
Al llegar a mi coche dejé la ropa que me sobraba en la parte de atrás, me senté y estuve un buen rato pensando a donde ir, donde podría encontrar un sitio donde vendieran oreo, en domingo, y en un puente nacional, todo el país había huido hacía algún sito que no era aquel, eso seguro.
Arrancando el coche, decidí poner rumbo a un veinticuatro horas que quedaba a unos 20 minutos, casi a las afueras, allí trabajaba una amiga mía que había dicho algo sobre no poder ir a ningún lado por culpa de no hacer puente en su trabajo. Al principio, cuando me lo dijo, pensé en que era una putada para ella, pero ahora mismo, me alegraba. Me alegraba la idea de oreos bañadas en un chocolate caliente, y quizás de paso podía comprar helados o algo que acompañara el tiempo tan extraño que teníamos en aquel momento.
El camino se me hizo corto a causa del poco trafico que había, me encontré un par de coches con matriculas extranjeras y algún otro que tenía la pinta de ir buscando lo mismo que yo, algún sitio donde pudieran quitarle el antojo de dulces.
Al llegar vi confirmadas mis sospechas, el establecimiento estaba abierto. Aparqué en el primer sitio que vi y entré. Al entrar, un aire frío hizo que me recorriera todo el cuerpo un escalofrío, habían puesto el aire acondicionado, y no se habían cortado un pelo, seguramente estaba al máximo, me daban ganas de volver al coche a por algo de abrigo, incluso un gorro y guantes habían estado bien en aquel momento, pero para una caja de galletas poco tiempo pretendía pasar dentro de aquel frigorífico gigante.
-Y tu que haces aquí? Oí decir a mis espaldas.
Al girarme me encontré con mi amiga, a la que debía de estar agradecido por estar ahora en busca de unas dulces galletas con relleno.
-Pues pasaba por aquí, y decidí venir a visitarte- dije poniendo cara de niño bueno.
Ella entornó las cejas en un gesto de incredulidad.
-No cuela, no?- Respondí sonriendo -En realidad tengo antojo de Oreos y como hoy es domingo y está todo cerrado, vine aquí a ver si teníais un par de cajas.
-Pues si que tenemos si, estas de suerte, oye, una cosa, has venido solo?- Dijo con una sonrisa juguetona.
-Yo?.....Por que lo dices? Y por que sonríes así? Que pasa?
Ella estalló en una carcajada y me dijo que no pasaba nada, que no me preocupara, pero que debía pasar por el pasillo de los lácteos a echar un vistazo, cosa que me extrañó, y sin saber muy bien el porqué, le hice caso, me puse en marcha con una mezcla de curiosidad y duda. No sabía muy bien donde estaban los lácteos así que me dediqué a echarle un ojo a todos los pasillos mientras cruzaba el súper de lado a lado. Ella se había quedado cerca de la entrada mirándome con cara de estar disfrutando como una niña torturando hormigas con una lupa.
Justo cuando mas miedo me empezó a entrar comprendí el porqué. Había una chica que tenía un par de cartones de leche en las manos y venía en mi dirección, al verme mostró una sonrisa preciosa, una de esas sonrisas que te puedes quedar mirando horas embobado como si no existiera nada mas. Esa sonrisa pertenecía a la mujer de mis sueños, a la mujer que me robó el corazón el primer día que la vi, que, aquel día para no variar iba preciosa: tenía un pelo castaño con mechas rubias que caía sobre sus hombros y se deslizaba por ellos como si fuera agua de una cascada, tenía puesta una camiseta de manga corta de color negro que se le ceñía al cuerpo, sin dejar nada a la imaginación aquella camiseta podría, tranquilamente, provocar algún que otro infarto a los débiles de corazón. El pantalón que tenía puesto era mas de lo mismo, no era de los que apretaban todo, pero se ceñía a su cuerpo como una segunda piel, marcando unas caderas esbeltas y firmes, con un culo respingón de esos que hacen que te gires cuando te la cruzas por la acera, tenía unas piernas de infarto, al igual que el resto del cuerpo.
-Hola! Que tal? dijo sin que se le borrara la sonrisa.
-Ahora que te veo, mejor, ya no sé ni a por lo que vine, pero da igual, me voy feliz.
-Bua, no seas tonto- dijo mientras sus mejillas cambiaban de color.
-No esperaba verte aquí comprando leche, quieres que te busque los cereales o ya los tienes en casa? -Pregunté.
Ella dejó escapar una carcajada y me dijo que era para el café:
-Es que estoy en plena época de exámenes y se me acabó la leche. Yo no sé estudiar si no me meto mi dosis de cafeína diaria.
-Así que una adicta al café? no te veía yo enganchada a nada, pero supongo que todos tenemos nuestros vicios.
-Si, justo, y tu que haces aquí? 
-Pues lo mismo que tu, buscar mi dosis de vicio, vengo a buscar Oreos. Quieres? y de paso te tomas un descanso.
Pareció meditarlo durante un momento, sin quitarme la vista de encima, dijo:
-Vale, que propones? 
En ese momento mi cerebro se desconectó, me quedé en blanco, mi corazón empezó a bombear todo lo rápido que podía para poder restablecer el habla, pero fue en vano, fue ella la que sin percatarse de mi falta total de riego sanguíneo en el cerebro dijo:
-Bueno, si me dejas decidir a mi, elijo el parque, quiero tirarme a la sombra de un árbol.
-Bien- conseguí balbucear- Vamos entonces. Al parque.
Salimos del supermercado y nos dirigimos al coche, ella dejó la bolsa donde llevaba la leche en al asiento de atrás y se negó rotundamente a que la llevara.-Por que no un paseo?- Preguntó sonriendo, ella sabía que no me negaría, a ella nunca le negaba nada, y menos el pasar tiempo juntos. 
Empezamos a caminar muy despacio, como si tuviéramos todo el tiempo del mundo, de echo yo lo tenía pero no estaba seguro de que ella dispusiera de el. Con cada paso que daba se la veía mas tranquila, realmente era lo que necesitaba, un paseo y charlar un poco, desconectar de todo a fin de cuentas. 
Unos diez o quince minutos fue lo que tardamos en llegar al parque, el paseo había sido agradable, disfrutamos de la ciudad casi vacía como pocas veces se puede, el recorrido se había echo corto, por lo menos a mí que nunca había tenido la oportunidad de hablar con ella a solas y tanto tiempo, si lo pensaba dos veces, nunca había mantenido una conversación de mas de dos minutos con ella.
Al llegar al parque nos sentamos a pie del primer árbol que encontramos, un roble de dimensiones colosales que ofrecía una sombra perfecta para tumbarse y disfrutar del resto de la tarde.
Nos sentamos a charlar, disfrutando de las vistas de una tarde perfecta, el parque estaba casi vacío, había una pareja tirándole una pelota de tenis a un perro, que la perseguía y la cogía encantado, pero se negaba a devolverla sin oponer resistencia, dos hombres pasaban en bici a toda velocidad como si estuvieran compitiendo entre ellos, y un par de ancianos echaban de comer a las palomas, que sin saberlo, estaban siendo acechadas por un gato que tenía pinta de tener mucha hambre.
Nosotros estábamos sentados a la sombra, charlando de viajes que teníamos pensado hacer, y de paso para intentar coincidir en alguno, aunque ella tiraba por destinos mas calurosos de lo que a mí me solían gustar, no me había importado irme al algún sitio caluroso como el caribe o Tailandia con ella.
Así pasamos varias horas, mientras el sol bajaba y empezaba a ocultarse detrás de los edificios mas altos de la ciudad, sus sombras se extendían por el parque llegando a cruzarlo por completo en ciertos puntos donde era mas estrecho, ya no quedaba nadie a parte de nosotros dos. La conversación se quedó estancada para escuchar el ruido del viento que mecía las hojas suavemente, y de algún que otro pajarillo que cantaba alegremente un par de metros por encima de nuestras cabezas.
Cuando me quise dar cuenta tenía los ojos cerrados y no controlaba mi cuerpo, estaba durmiendo. Al darme cuenta abrí los ojos y la vi tumbada con la cabeza en mi pecho y con una sonrisa de oreja a oreja:
-Se te acaba de poner el corazón a mil. Que soñabas?
-En realidad nada, me di cuenta de que estaba dormido, y por eso me sobresalté.-Dije mientras apartaba un mechón de pelo de su cara. Estaba preciosa así tumbada, y de cerca vi por primera vez el color real de sus ojos, un color castaño coronado con un verde muy intenso.
Unos ojos que se acercaban a mi y se cerraron justo cuando sus labios tocaron los míos, me besó con cariño mientras sus dedos se enredaban en mi pelo. 
Justo cuando mis manos me respondieron y empece a acariciar sus caderas ella se apartó y mirándome con cara de cordero degollado dijo que tenía que irse, que la estarían esperando para un cumpleaños.
-El de quien?- pregunté sin poder ocultar mi disgusto.
-El mío.-Dijo sonriendo.-Y que sepas que este es el mejor regalo de todos.

domingo, 5 de junio de 2011

Italia

Oh! la bella Italia
Pues si, es muy bella, me encantaron las ruinas de Pompella, la costa Amalfitana, el palacio de Caserta, los monumentos de Roma y Salerno en general.
Pero lo mejor, la gente que allí conocí y que cuidó de mi como si me conocieran de toda la vida.
Aquí os dejo alguna foto del viaje, un viaje que fue una caminata constante, donde todo quedaba lejos de todo y tenías que caminar distancias kilométricas o ir en transporte publico ilegalmente, total, lo de pagar, es para ricos no?

  

viernes, 13 de mayo de 2011

Vacaciones

El año pasado por estas fechas concluían mis vacaciones en Japón y esto fue lo primero que escribí al llegar:

11.424 km, fideos, sushi, sake, nerviosismo, guinnes, vodka, diversión, geishas, paseos, taxis, fotos, strongbow, cenas, comidas, desayunos, compañía de la buena, japonés, risas, japonesas, compras, idas de olla, borracheras, carreras, despistes, dormir mucho, aeropuertos, noches en vela, aduanas, sorpresas, manga, música en directo, huidas, carcajadas , incredulidad, relax, pelis, autobuses..........

viernes, 6 de mayo de 2011

Pensamientos escondidos en el fondo de mi mente

Sabes cuando pasa algo que sabes que no te conviene, o que no te gusta, pero no puedes evitarlo? no es algo malo, pero no quieres que pase porque si no pasa estas mejor, mas tranquilo, ah! la tranquilidad, ya la echo de menos.
No me gustan mucho los cambios en mi vida, pero tampoco puedo hacer por evitarlos, he estado mucho tiempo sin cambios en mi vida, y justo cuando estaba pillándole el gustillo a esto, va, y se jode el asunto, demasiadas novedades en mi vida, y todo junto, se me lía la cabeza cada dos por tres.
Parece que justo cuando piensas eso de: ''Joder, pero que bien vivo'' pues va ese algo que todo lo controla y  solo por llevarte la contraría coge y lo cambia todo, no sea que te acostumbres y disfrutes del momento, o de la vida, oh! no se te ocurra, disfrutar de la vida? venga ya! eso es de locos!!
Es mejor que pienses que vives bien, y que un buen día te des cuenta de que tu vida esta tan vacía como el silencio, y entonces buscas lo que te falta,  cuando lo encuentras descubres que es lo que menos necesitas, pero algo dentro te lo pide, aunque tu no lo quieras algo dentro de ti quiere tenerlo, y entonces es cuando te dejas llevar durante un tiempo: ''A ver que sale'' piensas, y cuando crees que tienes todo decidido tu vida pega otro giro que parece a mejor: ''bueno, no pinta mal el asunto'' pero si que pinta si, porque antes de que te des cuenta necesitas algo que nunca as pensado en volver a necesitar.
Igual no esta tan mal, pero los cambios siempre me asustan al principio..... que bien se estaba a los 10 años.....

jueves, 28 de abril de 2011

Partir tabla segunda parte.

Acabo de hacer algún que otro cambio en el blog, espero que os gusten.

Partir tabla de skate es una cosa, pero cuando te cargas la tabla de surf..... eso es distinto, y duele, justo ahora que viene el veranito, olitas pequeñas y jugetonas y ademas justo cuando una buena amiga estaba empezando asurfear y a tomárselo enserio..... ahora solo me queda ahorrar y pillarme una nueva, y esperar que ella haga lo mismo.
Unas foticos de mi difunta:

(Probando nuevo formato)

sábado, 23 de abril de 2011

Skate de archivo

Ya hace tiempo que me fui a patinar con Agus, pero por que soy un vago las fotos aún estaban en la cámara y no han visto la luz hasta el día de hoy:
Lo que parece un F/S Flip
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Un kickflip to fakie
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Un Varial flip to fakie
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Un F/S Shove it
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sábado, 9 de abril de 2011

Dos ruedas

Finisterre,Fisterra,Faro de Finisterre
Cuatro meses desde la ultima vez que me monté en la moto, la ultima vez me faltaba algo, o mas bien alguien, por eso me mantuve apartado de ella durante un tiempo, pero hoy no pude resistirme. Me enfundé el equipo completo y tomé rumbo al norte, justo a ese faro que queda delante de mi casa, tan cerca pero tan lejos.
Mientras iba contando los kilómetros me di cuenta de que no echaba de menos nada, ni notaba ninguna ausencia, y solo se quedó el gusto que dejan las estriberas al rascar en el asfalto, esas vibraciones que recorren las piernas desde la punta de los dedos de los pies hasta las rodillas, esa linea blanca que se queda marcada en el asfalto describiendo el apex perfecto en esa curva..... todo en general me encanta de la moto, la aventura y el pasear, ir a 220 por hora o a 30, el ir en moto es distinto.

martes, 29 de marzo de 2011

Preguntas sin respuesta

No puedo dormir, algo ronda mi mente, algo que sería mejor dejar pasar, o dejar de lado, pero si lo dejo pasar después siempre pensaré en que habría podido ser, lo que pasa es que se lo que va a ser, pero aún así tengo que comprobarlo, o debería comprobarlo, o por lo menos preguntar, porque solo se trata de eso, preguntar, es muy fácil, y siempre es mejor preguntar lo que no sepas, porque las preguntas mas tontas, son las que no se hacen.

Entonces la conclusión aquí sería preguntar, aún sabiendo la respuesta, entonces siempre queda lo de hacerlo en el mejor momento, pero cual es ese momento?, o como averiguarlo?, porque dependiendo del momento puede cambiar la respuesta, oh! también queda averiguar como hacer esa pregunta, porque dependiendo de como preguntes, también puede variar la respuesta, y ya van dos variables.

La tercera es: que preguntar? porque tienes que saber formular la pregunta, no es solo preguntar por preguntar, tienes que saber lo que quieres saber, y como hacérselo entender a la persona preguntada, porque si no te entiende, o te entiende mal, no vas a tener la respuesta que necesitas, aunque ya la sepas, pero necesitas oírla, y quieres oírla, así que necesitas que la otra persona sepa lo que quieres saber y como lo quieres saber, a gusto del consumidor vamos!

Conclusión: Sí preguntar si sabes cuando y como y que preguntar.
Y si no lo sabes, te lo inventas, o nunca sabrás la respuesta, pero no puedes inventártelo todo, o quizás no te entiendan, entonces tienes que crear. Si, eso si, creas la situación y preguntas, lo que pasa es que no sabes que situación vendría mejor, no sabes nada, entonces que hago?? me lo invento? o pregunto a bocajarro? eso si que no, no se puede hacer, mejor con delicadeza, pero tampoco demasiada o pareces imbécil, entonces algo entre medias, algo así como crear una situación que te convenga para que puedas hacer entender la pregunta y que sepan lo que preguntas ya que sabes como preguntar, y entonces descubres que ya lo sabías, entonces para que tanto crear situaciones y tantas vueltas y tanto rollo para nada?? bueno, pues es por que no puedo dormir, porque una idea ronda mi mente, y no quiere salir, o perderse en el olvido.

Esto de escribir ayuda, pero no siempre, porque hoy no me alivia nada, sigue metida esa idea en mi cabeza, y no quiere salir, entonces que hago? porque algo tendré que hacer, pero ahora no puedo preguntar porque no es el momento, ni se lo que quiero saber, y si lo se, no se como preguntarlo, pero no lo se.
Se lo que quiero saber, pero no como hacerlo entender.
Entonces mejor lo consulto con la almohada y a ver que sale. O no.....

viernes, 11 de marzo de 2011

Deseos

Después de estar allí y enamorarme del país de la cultura y de las Japonesas, envío mis mejores deseos a todos los supervivientes, y familiares de los fallecidos.
Estamos con vosotros.
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martes, 11 de enero de 2011

Recuerdas?

¿Te acuerdas del día en que nos conocimos? Yo ni siquiera me fijé en ti, por lo menos al principio.
Recuerdo que me invitaron a la fiesta a ultima hora, y ni tiempo tuve de ponerme mis mejores galas, llevaba puestos unos vaqueros rotos y una camiseta blanca debajo de un jersey muy gastado que casi nunca me ponía porque parecía un drogadicto sin hogar.
Recuerdo que cogí un taxi con tu hermana, que siempre me hablaba de ti, casi podría escribir una biografía tulla, y sin conocerte, que es exactamente lo que ella quería. Siempre estaba intentando emparejarnos, pero nunca me han gustado esas cosas, porque casi nunca salen bien. Yo siempre conseguí evitar todas sus tentativas, pero ese día ella me había dicho que estabas de viaje y que no podrías asistir, como es obvio, mintió.
Mientras subíamos en el ascensor me pregunto si tenía planes con alguna chica:
-No tía, yo solo vengo a pasármelo bien, no quiero complicar la noche y ademas, un colega con el que acostumbro a surfear me acaba de mandar un mensaje, así que dudo de que me quede mucho tiempo.
-Chaval, que estamos en Enero, y para este finde bajan las temperaturas.
-Ya, pero me tira mas el surf que las fiestas.
-Estas loco, se te van a helar las pelotas en el agua y van a sonar como cascabeles.
Los dos salimos del ascensor riéndonos por aquel comentario. La puerta del apartamento estaba abierta, y la fiesta ya tenía pinta de estar animada. En cuanto entramos por la puerta nos inundó un olor a comida rápida, la fiesta estaba muy animada, pero aun le quedaba mucho para ser una fiesta de las que hacen historia. La música era buena, como de los ochenta, o principios de los noventa, en aquel momento creo recordar que sonaba White Wedding, de Billy Idol, yo empecé a canturrearla dejando a tu hermana boquiabierta al ver que me la sabía entera, pero mas impresionado me quedé yo al ver que la única persona que la estaba disfrutando como yo lo haría si me hubiera bebido un par de copas eras tu, aunque en ese momento yo no sabía que tu eras tu. Solo eras una chica que tenia un buen gusto en música. 
El apartamento, que yo no sabía de quien era ni lo que estábamos celebrando, era grande, mas que grande, era amplio, un salón cocina todo abierto, con dos puertas al fondo que daban a los dormitorios y otra puerta que daba a una terraza con tumbonas y una barbacoa que estaba en desuso, y por la capa de oxido que tenia, jamas había sido utilizada. En la cocina había una mesa llena de botellas de licores de todo tipo y justo al lado otra pero llena de refrescos, obviamente eran las mezclas, que nadie estaba por beberse una pepsi a esas horas. Era de suponer que en la parte que estaba reservada para el salón, faltaba algún que otro sofá, una mesa de té y una tele donde ahora había una pista de baile mas bien vacía. La gente estaba reunida en grupos, charlando y bromeando, pero nadie bailaba, o al menos, nadie bailaba lejos de sus respectivos grupos, parecía que la gente aun non había bebido lo suficiente como para soltarse el pelo.
Yo me acerqué a la cocina y me serví un vodka con red-bull, era mi nueva mezcla, estaba enganchado al red-bull y me encantaba mezclarlo con vodka y un par de hielos.
Alguien me tocó el hombro un par de veces:
-Disculpa.
-Si? Me giré, y allí estabas, mirándome con esos ojos grandes como platos, como cuando un niño mira un escaparate de una confitería.
-Podrías pasarme la botella de jack? es que estas en medio, y no quería empujarte.
Me quedé pensando en si lo decías con mala leche o si estabas de broma.
-Tío, no te comas el coco, estoy de coña.  Dijiste mientras te servías un poco de jack daniels en un baso. Yo me quedé mirándote un rato, mientras volvías con tus amigas, tenías buen gusto en música, buen paladar y muy mala leche.
Sin darle mas importancia me dispuse a unirme a mis colegas, que habían llegado mucho antes que yo, incluso a día de hoy creo que ellos son los que empezaron la fiesta. Estaban todos reunidos frente a una tele,  donde estaban jugando a la play tres, al Gran Turismo 5. Yo estaba seriamente enganchado a ese juego, pero primero me dediqué a observarlos y ver el nivel de cada uno de ellos. Durante una hora o mas estuve sentado mirándoles, solo me levanté para ir al baño, o para ponerme otra copa. Al final me decidí, me senté en el sofá, cogí el mando y me dispuse a batir algún que otro record. La forma de jugar era muy simple: un coche, un circuito, tres vueltas, todos probamos suerte y el ganador elige coche y circuito.
Al principio me costó mantener el coche en la pista, sin mencionar lo de hacer trazadas limpias, en parte por que yo no estaba acostumbrado al mando, si no al volante, y en mayor medida por la cantidad de vodka que corría por mis venas. Aún así fue muy divertido, casi todos los circuitos me los conocía al dedillo y casi no tuve problemas para ir batiendo los records de mis competidores. Según fueron avanzando las rondas, unos lo dejaron y otros se unieron, dando mas emoción y vida al asunto, y poniéndome en apuros en algún que otro circuito, cosa que realmente me gustaba, quizás lo mas divertido era ver como nos recortábamos milésimas los unos a los otros. Al final después de varias horas jugando decidí dejarlo, antes de que se volviera mas serio.
Felicité a mis contrincantes, prometí revanchas y carreras on-line, después me fui otra vez a la cocina a por otro vodka, miré el reloj y me di cuenta de que no tendría cuerpo para surfear ese fin de semana si continuaba bebiendo, así que me dispuse a tomar un poco de aire fresco en la terraza y acompañarlo con trozo de pizza fría que quedaba, no sin antes hacer una visita al Señor Roca. Cuando llegue a la terraza una brisa fría de invierno me despejó la cabeza, hacía frío pero no llovía, ni siquiera estaba nublado, había estado así toda la semana, consiguiendo nevar en sitios donde antes nunca lo había hecho, incluso en algunas playas habían tenido la suerte de ver la nieve acariciar el mar. Suerte para unos y desgracia para otros, yo me encontraba en el primer grupo, mi trabajo no se veía afectado por las temperaturas, y menos por la nieve, cosa que encontraba divertida a mas no poder, siempre que podía me escapaba con algún amigo o solo a sacar fotos a las estampas navideñas o a deslizarme con bolsas de plástico por las cuestas abajo. Las vistas que yo estaba disfrutando en aquel momento no eran blancas ni navideñas pero eso no quiere decir que no fueran preciosas. La ciudad estaba en pleno apogeo, la gente que salía de restaurantes y que volvía a casa o se iba de bares, los que iban de bar en bar o los que salían a correr o a pasear al perro, todos con sus abrigos y bufandas, el frío no perdonaba, y como te despistaras podías acabar en la cama un par de días mínimo, que tampoco sería tan malo.
Desde aquella terraza se veía casi toda la ciudad, dividida en dos por un río ancho y negro, en el que navegaban barcos pequeños pero lujosos, me imaginaba que la gente se montaría unas bacanales a lo grande teniendo tanta privacidad, mejor que en un bar o en un apartamento, sin nadie que te moleste, siempre en continuo movimiento, sin vecinos a los que molestar. Todo un lujo. Rascacielos gigantes al fondo recortaban el horizonte con sus siluetas largas y altas, coronadas con luces intermitentes de color rojo para evitar que algún piloto despistado intentara sacar fotocopias de su avión.
Un portazo me sacó de mis pensamientos, eras tu, por tercera vez en el día que mis ojos se posaban en ti, y de cerca eras muy guapa, con tu pelo negro largo y unas gafas de pasta de color blanco que te hacían parecer sofisticada,  tenias puesto un jersey de lana de cuello alto de color azul oscuro que te quedaba ceñido al cuerpo, que te marcaba unas curvas de infarto de cintura para arriba, una fina cintura que daba paso a unos pantalones vaqueros que guardaban unas cadera anchas, pero no demasiado, bien contorneadas, unas nalgas firmes y muy apetecibles, me recordaste a Mariah Carey.
-Te vas a quedar ahí mirándome?- dijiste arrancándome de mis pensamientos.
-yo? no, por?
-Si, tu, que eres el único en esta terraza aparte de mi, a quien quieres que le hable?? a tu cubata?
-No sé.- me quedé sin palabras, y sin saber como reaccionar, tu te bebiste un trago de tu copa y te apoyaste en el balcón de la terraza.
-Tomando aire fresco? me dijiste mientras seguías con la mirada una ambulancia que cruzaba la ciudad a toda velocidad con luces y sirena encendidas.
-Si, es que dentro de unas horas se supone que tengo que estar surfeando.
Te giraste, me miraste de pies a cabeza con cara de non creértelo dijiste:
-Entonces lo que bebes es zumo de moras y tu balanceo es un baile nuevo, no?
-Pues no, pero tampoco estoy tan borracho.
-No sabría decirte, ¿crees que eres capaz de ponerte de pie en la tabla?
-Solo tengo una manera de saberlo, ¿te apuntas?
Te quedaste un momento callada, mirándome, con una sonrisa a medio acabar y levantando una ceja dijiste:
-Supongo que no perdería nada por ir, puedo aprovechar para dar un paseo, o sacar alguna foto.
-Entonces ¿a que hora te recojo?
Salimos de la fiesta juntos para poder concretar hora y lugar, y compartimos taxi, que pagaste tu ya que yo me quedé sopa casi al montarme, cuando llegamos a mi casa indicaste al taxista que esperase mientras me arrastrabas a casa, yo puse el reloj para la hora que habíamos acordado, y me quedé dormido en el sofá con la ropa puesta.
Me levanté al cabo de unas horas, con muchas ganas de dormir, pero mas ganas tenía de pasar una mañana en tu compañía, se me pegaban las legañas a los ojos como las garrapatas a la piel de los animales salvajes, intenté quitármelas como pude en una incursión rápida al baño. Me escurrí en la cocina y me preparé el desayuno, que disfruté como siempre, despacio y relajado, como a mí me gustaba, me tomé unas tostadas con mermelada acompañadas de un colaco bien grande y cargado, mientras reponía fuerzas sonó el timbre, cosa que era raro, porque vivía apartado del resto del pueblo, y casi nadie sabía donde vivía. Me levanté de la silla con mucho dolor en las rodillas mientras el timbre sonaba insistentemente.
-¡Ya voy leches!- Grité en un intento fallido por conseguir que el timbre dejara de sonar.
Al abrir la puerta me encontré contigo aplastando el botón del timbre como una cría, tenias una sonrisa malévola y se veía que disfrutabas, te invité a entrar y a desayunar conmigo. Accediste encantada ya que no habías desayunado en casa, ni siquiera habías dormido. Cuando el taxi te dejó en casa preparaste algo de comer, te duchaste y te pusiste en marcha.
En cuanto acabamos el desayuno bajamos al garaje, donde tu te enamoraste de mi descapotable, y me obligaste a darte las llaves. 
Conducías mi volkswagen beetle del '79 descapotable, te llegó al corazón, te encantaban los coches clásicos y aquel lo había restaurado yo en mis días libres, chapa, pintura e incluso el motor, desmontado pieza por pieza y vuelto a montar.
Eras la chica mas feliz del mundo, con la melena al viento, unas gafas de sol de aviador, el sol en tu cara, conduciendo un descapotable, y media tabla de surf que salía del asiento de atrás justo al lado de una cesta llena de bocadillos y una tortilla para medio ejercito. Al llegar a la playa, aparcaste el coche y te me preguntaste si podíamos quedarnos en el coche, la respuesta que te di no te gustó, pero habíamos quedado para surfear y sacar fotos y es lo que íbamos a hacer.
Bajamos a la playa bastante cargados, gracias a dios no había mucha gente en la playa y pudimos coger un sitio cercano al aparcamiento donde montar la sombrilla y extender un par de toallas, se suponía que también ibas a montar un trípode para la cámara pero el mar era un espejo, estaba tan liso que parecía un lago, yo me quedé sin surfear y tu sin poder sacarme fotos disfrutando de una mañana de olas, me sentí aliviado, dado que apenas había dormido y aun estaba algo borracho, me tumbé en una de las toallas, y me relajé a tu lado.
El día transcurrió tranquilo y lento, disfrutando de tu compañía y de la comida que tu habías preparado, viendo como la marea bajaba muy lentamente y dejaba a la vista unas rocas que unos pescadores aprovecharon. El sol se estaba poniendo, la poca gente que se había aventurado a pasar aquel frío día de Enero en la playa se marchaba. Las primeras estrellas empezaban a brillar tímidamente y una brisa se empezaba a levantar, iba a pedirte que nos fuéramos justo cuando una estrella fugaz cruzó el cielo.
-Eh! Mira, una estrella fugaz! pide un deseo anda.
Mientras veía como desaparecía hundiéndose en el mar formulaba mi deseo.
-Ya esta- Dije mientras te miraba de reojo, tu te acercaste a mí, y mientras acariciabas una de mis mejilla, me mordías el labio inferior en un tierno beso.
Ese fue el día en el que te conocí.

jueves, 6 de enero de 2011

Venganza

La ultima vez que estuve en este lugar me quedé con ganas de mas, pensando que con un día mas podría quedarme tranquilo:
F/S Shove it (el truco que parte tablas)
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Frustración
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Dolor
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360 flip to fakie
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necesito volver a ese lugar, es el único spot donde siempre queda algo pendiente.

Patinad mas!