miércoles, 12 de octubre de 2011

Premios

El otro día recibí un Email de Cabreiroá, diciéndome que había ganado un día en la playa con el Cav team.
El Email prometía: clases de surf, un taller de pintura, yoga, fitness, expression session y droppies de regalo. Con la duda de si podría saltarme las clases de surf y la inquietante necesidad de saber lo que eran los droppies esos que regalaban llamé a María AKA Cruel-la de vil para que me acompañara.
-Claro que si, me hace mucha ilusión!!-Me respondió- Oye, que son droppies??
Sin poder contestarle a eso, concretamos la hora y el lugar, para justo dos días antes cambiarlo, porque Cruela no sabe hacer planes, ella improvisa.
El sábado en cuestión me levanté temprano, como es obvio salí a buscar a mi acompañante y salimos dirección coruña, sin gps ni mapa ni nada, como los auténticos aventureros, ademas, Cruela vive allí, imposible perderse, o no?
Llegamos a la playa con media hora de antelación, cuando nosotros nos sentamos a tomar el sol, los de vazva aún estaban metiendo los camiones y sacando las tablas para las clases de surf, había una tía colocando unas mantas para hacer yoga y también tenían unas ruletas para jugar al twister, la cosa prometía. Lo que no prometía era el mar, que tenia pinta de espejo gigante, pero no nos importó demasiado, teníamos yoga, twister y tambíen droppies.
Después de que todo el barullo se calmara fuimos a preguntar a los de cabreiroá como estaba programado el día.
-No lo sabemos, nosotras tenemos unas bebidas energéticas naturales que tenéis que probar y decirnos lo que os parecen.
-Que? entonces lo del yoga?
-Ah pues eso no lo sabemos, tenéis que preguntar a alguien de los de ahí arriba.-Dijo señalando al camión de vazva.
Y allí nos fuimos, a preguntarle a los de vazva.
-Pues dentro de poco lo anunciaremos por megafonía, estaos atentos.
Nos volvimos a las toallas a esperar a que nos comunicaran algo por los altavoces, pero eso nunca ocurrió, y cuando nos entró el hambre Cruela se le ocurrió ir a un Kebab que conocía ella.
-Pues a mi me encantan los Kebabs, yo quiero.
-Vamos?-Preguntó
-Por mi si, yo tengo hambre.
-Preguntamos antes por los regalos o lo hacemos después?
-Vamos ahora a ver que nos tienen preparado-Contesté-Igual no hace falta ni volver.
Nos fuimos al estand de Cabreiroá por segunda vez a ver que tenían para los que habíamos ganado el concurso.
-Ah, si, los del concurso.-Dijo sacando unas bolsas que contenían: una camiseta de vazva, una pulsera de cabreiroá, y unos tickets para comer en un restaurante italiano que quedaba al lado de la playa.-A que hora queréis? a la una, o a las dos?
Nos miramos el uno al otro pensando en el kebab y coincidimos en que mejor era a las dos. Aprovechamos que estábamos allí para hacer de jueces probando las bebidas energéticas, las cuales no estaban mal, teniendo en cuenta que eran prototipos, y que eran dos sabores totalmente opuestos.
Minutos después llegábamos a un centro comercial donde antes de ir a comer nos pasamos por una perfumería, como no, a cruela, como buena mujer que es, le encantan los perfumes, y lo demostró rociándome con su perfume preferido y así, poder olerme siempre que quisiera en lo que quedaba de día.
Cuando nos acabamos la comida, con doble de queso de cabra, volvimos a la playa, a comer en el italiano, que era gratis y no estaba nada mal tampoco: una ensalada de primero, pizza de segundo, y de postre, mousse de chocolate.
Al volver a la playa nos encontramos con el mismo panorama que al principio: niños abusando de la ruleta del twister y enterrando las alfombrillas del yoga.
Prometía menos que por la mañana, pero decidimos quedarnos y darle una ultima oportunidad, y de paso descansar las comidas, tostarnos al sol y ver cual de los dos reunía mas puntos en el juego del ahorcado.
Antes de que mi piel se incendiara a causa del sol decidimos irnos a tomar un té a un sitio que Cruela conocía.
-Ya verás que bonito, hay un castillo en una isla- dijo mientras se montaba al volante de mi fabada- Y tienen el mejor te de frambuesa del mundo.
-Tu dime, yo hoy me dejo llevar.
Y así fue, ella me llevó a pasear junto al castillo que estaba en una isla, me contó algo de una cadena que cruzaba la ría y antes de darme cuenta estaba sentado tomándome un te de lima con jazmín y ella pidió un te con frutas de la pasión, sorprendentemente Cruela también tiene sentimientos. Antes de salir de vuelta pedimos uno de frambuesa y una bolsa de chocolates blancos que sabían muy poco a chocolate.
Nos pusimos en marcha por un camino mas corto para que mi pobre píe, el cual esta hinchado como una patata mientras escribo estas lineas, no sufriera demasiado, para darnos cuenta casi quince minutos después que íbamos en sentido contrario.
Gracias a una simpática señora que nos indicó y explicó reiteradamente que nos habíamos equivocado, fuimos capaces de encontrar el camino de vuelta. Fue curioso como Cruela no mencionó que ella misma, vivía en la coruña, me hubiera gustado saber que diría la señora al saberlo.
Una media hora después me encontraba sentado en el asiento del copiloto de mi propio coche rezando por mi vida mientras cruzábamos coruña en dirección a Lira a toda velocidad, pero como podéis suponer, sigo vivo.
En resumen, un día en la playa, en el que dio tiempo a comer dos veces, tomarnos unos tés y unas bebidas energéticas mas que sospechosas. Nos dio tiempo a hablar del tiempo y de los ipods y a descubrir a, desde ahora mi chófer personal.
Lo que nunca sabré es que son los droppies de marras, me hubiera gustado probarlos.
                                                                      Modelo para anuncio de bebidas energéticas
                                                                        Frío por favor
                                                                        Cruela no es mas alta que yo, que no engañe la foto
                                                                        Futura piloto de carreras, por ahora mi chofer