jueves, 10 de noviembre de 2011

Té, fideos y una visita al pasado

Pues en eso se resumió la noche de ayer. Una noche algo extraña, una noche donde mi pasado se convirtió en presente por unas horas para hablar de lo que nos había deparado la vida desde la ultima vez que supimos el uno del otro.
Lo cierto es que iba asustado, temiendo por mi vida en algunos momentos, pero por ahora creo que no se ha comido a nadie y claro, yo no voy a ser el primero, así que después de un extraño momento (reencuentro, puede ser?) donde nos saludamos, pusimos rumbo a mistelánea, una tienda a la que le tenía ganas desde hacía tiempo.
Olisqueamos algún que otro té antes de tomar la dura decisión de llevarnos un par de sabores, toda una lastima, pero no era factible llevarnos la tienda entera. No teníamos donde meterla, que si no.....
Después de eso buscamos un restaurante al que me había invitado, aunque, ahora que lo pienso, curiosa forma de invitarme, y hacerme pagar mi mitad a mi. La ultima vez que yo invité a alguien, yo lo pagué todo. Pero bueno, eso puede ser debido a las diferencias culturales y tal.
Volviendo al tema del restaurante, un restaurante que lleva relativamente poco abierto, que se me dio a conocer gracias a una amiga que me pasó un enlace de la pagina, y gracias a ella pude conocer la existencia de kyotosantiago, un restaurante japonés, que me sorprendió incluso a mi, que estuve en japón, al no esperarme un menú tan bueno y tan autentico como el de este local.
Si soy sincero, me esperaba algún que otro plato de fideos, algún rollito de primavera y un poco de atún crudo, pero el menú era impresionante, con la única pega de la falta de ramen, toda una decepción al ser yo un fanático de este plato.
De todas todas nos atrevimos con platos  de los cuales no recuerdo ni el nombre, lo único decir que lo mío era un wok con ternera y verduras y lo suyo era pollo con curry, que digo yo, eso no es comida india?
El postre consistió en un brownie de chocolate con helado de vainilla y el mio era brownie de té verde con un helado muy sospechoso con sabor a arena o algún fruto seco de esos que viene quemado dentro de la cascara, pero no importó demasiado, estaba todo buenísimo.
Por ultimo pero no por eso lo menos importante, la compañía, la conversación, y las risas que plagaron una noche genial, algo que yo no estaba seguro de tener, pero que al final, una vez mas, la ficción supera a la realidad. Y decir tengo que en este caso me impresionó lo bien que me lo pasé, lo cómodo que me encontré en su compañía y lo bueno que está el té que me estoy bebiendo mientras escribo este resumen de una noche rara, pero muy buena.


viernes, 4 de noviembre de 2011

Cosas que se pierden

Me siento raro, hace un mes, estaba bastante feliz, a día de hoy no se muy bien como describir mi estado de ánimo.  Diría que no estoy de bajón pero tampoco me sale la sonrisa.
Hace poco una persona muy cercana a mi, desapareció, no literalmente por supuesto, pero ahora ya no está de la misma manera, y tampoco es como si se hubiera escapado, así que tuve que quedarme dormido en algún punto. Lo peor de todo es que yo mismo lo veía, mucho antes de que esa persona lo notara, yo ya sabía que no estábamos en el mismo barco, como se suele decir, pero tampoco supe avisar a tiempo.

Eso lo primero, y lo segundo, mi baúl de los recuerdo, que hace unos meses se abrió para dejar salir una parte de mi pasado que me gusta y me disgusta a partes iguales, pero por alguna extraña casualidad, lo que salió no me disgustó, aunque le tenía miedo al principio, poco a poco me dí cuenta de que no era para tanto, y poco a poco fui familiarizándome con esa parte de mi pasado, para casi ser parte del presente. Lo único que faltaba era que mi pasado me invitara a cenar en un restaurante nuevo en santiago, y entonces, el pasado sería presente.

Pero, la realidad nunca es tan fácil, por mucho que supere a la ficción, nunca es para bien, si no para mal, y eso tienes que comértelo crudo te guste o no. Lo que quiero decir es que tal y como llegó, se fue. Mi pasado desapareció en menos de 15 horas, sin dar explicación o decir adiós, lo ultimo solo fue una sonrisa y una invitación a cenar que dudo que se cumpla.

Era mejor cuando era mas simple, como a los 10 años.....